La Ballena es una película de drama dirigida por Darren Aronofsky y estelarizada por Brendan Fraser, Hong Chau, Sadie Sink, Ty Simpkins y Samantha Morton.
Va de un profesor con obesidad mórbida.
Oh, Brendan…
Cuánto tiempo sin verte.
La razón principal para reproducir este filme, es reencontrarse con este amable actor.
- Me acuerdo de la poca paciencia que le tenías al Pato Lucas, en Looney Tunes: de Nuevo en Acción.
- O cuando trepabas árboles en George de la Selva.
- O de cómo fracasaban tus intentos románticos en Al Diablo con el Diablo.
¡Qué recuerdos!
Más nunca supe de ti.
- Leí que te costó recuperarte de las lesiones de La Momia.
- Y que te divorciaste.
- Y que fuiste abusado por un ejecutivo pervertido.
(Joder).
Pero, aquí estás…
Nos alegramos de tenerte de nuevo en la gran pantalla.
(Aunque, es inevitable asociar lo que te ocurrió, con esta triste historia).
Todo esto hace que uno se olvide de que está viendo una película de Darren Aronofsky.
No obstante… para ser honesto… esta no parece una obra suya.
No me retorcí en mi asiento, ni tuve pesadillas.
La Ballena es sencillita y directa.
Carece de esas escenas perturbadoras e incómodas, que tanto gustan a este director.
No tiene trucos: solo personajes rotos.
Eso sí: es dramática hasta la médula.
El autosabotaje y el abandono son los temas de interés para esta cinta.
Aronofsky la dirige con el carácter teatral de su formato original:
- Todo transcurre en una misma locación.
- Prácticamente, no hay exteriores.
- La trama está marcada por las rutinas (como en el Cisne Negro).
- Los personajes entran y salen, por turnos.
- Y está basada en diálogos.
Esto último perjudica al filme.
La Ballena es muy explícita.
TODO se expresa con palabras.
Los personajes exteriorizan sus sentimientos «a punta de parlamentos».
Sueltan y sueltan la sopa…
No hay tanto espacio para la interpretación.
El guion lo deja todo muy masticado.
Ya te imaginarás a quién afecta esto…
Al viejo Brendan.
Celebro que se llevara el Óscar. Pero, esta performance me pareció un pelín plana.
Él asegura que se siente malísimo, pero no lo transmite físicamente.
(A diferencia de Mads Mikkelsen en Another Round o Hidetoshi Nishijima en Drive My Car o Paul Dano en Los Fabelman).
Simplemente: no me lo creo del todo.
¿Sabes qué me comunicó más?
Su entorno.
Ese apartamento con las cortinas cerradas, con basura por doquier, con libros apelmazados y con lámparas que apenas alumbran.
La escenografía de La Ballena es excelente y evidencia la depresión del protagonista.
¡Ah!
Y antes de que se me olvide: no me convenció el personaje de Ty Simpkins.
Me resultó inverosímil, su cierre fue confuso y estuvo de más.
Las virtudes de La Ballena
Aplaudo de La Ballena que su drama no recae exclusivamente en Brendan Fraser.
No es “charlie-dependiente”.
Los otros miembros del reparto también lidian con sus propios «demonios»:
- Alcoholismo.
- Abandono.
- Ausencia.
- Remordimiento.
Cada conflicto da para contar su propia historia.
Estos personajes son genuinos, vulnerables, conmueven y están magnificamente interpretados.
Por su parte, disfruté imaginar los acontecimientos pasados y futuros de esta trama (SPOILERS) 👀
Recreé en mi mente el proceso de ruptura de Charlie con su esposa, y el inicio de su nueva relación.
- ¿En qué «sitio extraño» estaba cuando contrajo nupcias?
- ¿Y sintió remordimientos durante la separación?
Esto me hizo preguntarme sobre el devenir:
Él buscó a su hija para hacer las paces. Le pesa el pasado. Y ella lo quiere. Pero, él se niega a ir al médico y recuperarse.
Básicamente, se está echando a morir.
De esta forma, la abandonaría nuevamente, y para siempre.
¿No sería una trama cíclica?
¿No es cometer el mismo error?
Conclusión
La Ballena es una buena película. Tiene virtudes y debilidades. No aburre, su dinámica es auténtica y su entorno es envolvente.
🏆 Ganó el Óscar como Mejor Actor Principal por Brendan Fraser y Mejor Maquillaje.
-Sebastián
💬 Comenta tu opinión acerca de la actuación de Brendan Fraser.
Angeles dice
Excelentes observaciones!