El Triángulo de la Tristeza es la sexta película de Ruben Östlund. Está protagonizada por Charlbi Dean, Harris Dickinson, Dolly de Leon, Vicki Berlin, Zlatko Burić y Woody Harrelson.
Trata de una pareja de modelos influencers que viajarán en un barco.
CRÍTICA CON SPOILERS. SORRY.
¿Qué sabes acerca de este cineasta sueco?
- ¿Qué ganó dos veces la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, en apenas cinco años?
- ¿O lo conoces por sus críticas y sátiras hacia la sociedad?
Yo lo recuerdo como “el sujeto que se puso a llorar por no quedar nominado en los Premios Óscar”, por su obra, Fuerza Mayor.
… Hasta ahora.
Se redimió conmigo, porque Triangle of Sadness es un filme loquísimo:
Cambiante, irreverente y asquerosísimo.
Y yo no comprendo cómo entró en las categorías principales de los Premios de la Academia, ya que este certamen todavía es muy conservador, tradicional y familiar.
(Mientras que su victoria en Cannes no sorprende a nadie. Y la de Titane, tampoco). 🤭
También me resultó curioso que, siendo un largometraje en inglés, se distancie bastante del estilo “hollywoodense-independiente”, a pesar de ser tan sarcástico como alguna cinta de Quentin Tarantino o de los hermanos Cohen.
El Triángulo de la Tristeza es fiel a su espíritu europeo, con sus excentricidades, excesos, humor inapropiado y ritmo caprichoso (como el de Toni Erdmann y Benedetta).
Durante su primer acto, yo detesté esta película: con su rollo de parejita moderna y sus discusiones estúpidas y su pugna de poder. ¡Era tan convencional como cualquier comedia romántica con Ashton Kutcher!
Cuando se meten en el barquito, y con las sandeces del capitán, la cosa comienza a ponerse cómica. El filme alcanza su pico, y cuando naufragan en la isla, el ánimo del espectador ya se ha recuperado. Menos mal.
No obstante, con tanto vaivén, se perjudica la obra. Ese es su mayor problema: su ritmo es irregular y sus tres partes contrastan en entretenimiento. Es… como si Triangle of Sadness… fuese tres mediometrajes: uno notable, otro pasable y otro inaguantable.
Afortunadamente, su arbitrario devenir es “una espada de doble filo”, que también le favorece: yo no había visto una cinta tan cambiante desde Parásitos de Bong Joon-ho.
El Triángulo de la Tristeza es fresca e impredecible. Lo cual se agradece. Piratas, inodoros, naufragios y favores sexuales. 😱 ¡Solo les faltó recurrir al canibalismo!
A mí me hizo reír. Qué vergüenza. El humor es bárbaro, nauseabundo y escatológico. Y le sale bien cuando lo lleva todo a los extremos, sin temor a la indignación de las doñitas. ¿Por qué? Dado que se basa en las ironías implícitas, como que el dinero no compra el clima, o que los millonarios también se enferman, o que un capitán exitoso se autodesprecia por contradecir sus ideales.
Todo esto está compenetrado con las observaciones y juicios del autor, como su resentimiento con la gente adinerada, o lo absurdo del sistema económico, del patriarcado y de la pirámide laboral; o la pérdida del instinto humano con la modernidad.
Ruben Östlund expresa su postura con eficacia (a diferencia de Martin McDonagh en Almas en Pena de Inisherin), ya que es coherente con sus paradojas y se respetan las causas-consecuencias… por más ridículas que sean.
También me fascinó su dirección, con sus movimientos de cámara e inclinaciones, esos planos largos y fijos, y ese afán por capturar hasta el mínimo gesto en los semblantes de los personajes.
En cuanto a las actuaciones, destaco la de Woody Harrelson, que brilla apenas aparece en el cuadro: es carismático y chalado, con sus sonrisas trastornadas y sus diálogos beodos.
Dolly de Leon también lo hizo buenísimo: con sus posturas dominantes, sus silencios estresantes, y su perturbadora apariencia antes de cometer una atrocidad. ¡Bravo! 👏
Conclusión
El Triángulo de la Tristeza es una comedia brutal, repulsiva y original como ninguna otra. Tiene un ritmo irregular, que aburre a ratos. Pero, su intrépida dirección, edición y humor desaforado, salvan la jornada. Muy buena película.
Final explicado de El Triángulo de la Tristeza
-Sebastián
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