Diario de los discos más emblemáticos de 2022. Te daré a conocer algunos de los lanzamientos más vendidos y recomendados del año.
Saludos. 👋
¿Cómo te va?
Déjame adivinar:
Tienes ganas de descubrir música nueva.
¡Qué suerte!
Yo estoy de humor para compartirte algunos discos.
Específicamente: discos publicados este año.
Los más populares… y otros más desapercibidos.
The Weeknd, Miles Kane, FKA Twigs y Yard Act.
¡Todos están aquí!
Espero que no tengas complejos con la honestidad.
Porque también los analizaré crudamente.
(Así podrás diferenciar “lo bueno de lo malo”, querido lector).
Considéralo un favor.
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Got it?
Suficiente de instrucciones.
Démosle play.
ANIMAL COLLECTIVE — Time Skiffs
Time Skiffs es el onceavo álbum del cuarteto estadounidense de pop experimental, Animal Collective.
¡Ains!
(Suspiro).
Antes de comenzar con esto… quiero dejar algo en claro:
Soy fanático de Animal Collective.
(Especialmente del pandita).
- Spirit They’re Gone, Spirit They’ve Vanished (2000).
- Tomboy (2011).
(Son mis tesoros).
Así que mi decepción con este nuevo trabajo… es real.
Y dolorosa.
¿Qué coño pasó?
¿Abandonaron la cafeína?
Estos músicos volvieron con la energía que queda después de correr un maratón.
Time Skiffs es un disco reposado; mucho más orgánico y analógico que los anteriores.
(Sin esa biblioteca interminable de sonidos marcianos, y capas y capas de efectos de voz).
Reincorporan la batería, con una influencia jazzística que se manifiesta con los platillos (prácticamente, la única parte del instrumento que toca Noah Lennox, esta vez).
El bajo de Avey Tare le sigue el juego, y alcanza su clímax en el puente de Prester John.
Por otro lado, el grupo recicla los pilares del anterior -e incomprendido- Tangerine Reef:
Fondos densos de ambient a partir de sonidos flotantes.
Y más o menos de ahí sacan su “as bajo la manga”:
Melodías breves que son programadas en bucle.
Sí, son bonitas y dan personalidad a cada tema…
Pero, parece que su intención es ocupar un lugar en la memoria, cueste lo que cueste.
Por lo que, enganchan y cansan -casi- por igual.
Tratándose de Animal Collective, Time Skiffs adquiere un aire místico y exótico.
Esto se logra con zanfonas, xilófonos de madera, campanas, cuerdas ancestrales, pianos aderezados y más.
¿Qué hay del canto?
… nada nuevo.
I mean: David no grita como un loco (Grass) y se echan de menos los estribillos adictivos (FloriDada).
No obstante, en los puentes, repite ciertas frases hasta el hastío…
¿Otro intento desesperado por quedarse en la mente del oyente?
Ya van dos.
Sin embargo, lo verdaderamente feo de Time Skiffs es su inexplicable antipatía hacia el pop.
Son canciones que carecen de entusiasmo por la vida.
Y, que cuando pretenden “achisparse” un poco, suenan como un himno de Plaza Sésamo (Walker y Cherokee).
Resumiendo: Time Skiffs es uno de los discos más decepcionantes de 2022: aburrido, largo y plano. O como yo le digo: un mal día en el paraíso discográfico de los Animal Collective.
YARD ACT — The Overload
The Overload es el debut discográfico del cuarteto inglés de post punk, Yard Act.
Y ya la prensa europea los está catalogando como “los nuevos héroes del rock británico”.
¿Es cierto?
¡No!
(Nunca lo es) 😔
Sin embargo… estamos ante un proyecto prometedor que merece tu atención.
Publicar un álbum como este es comenzar con el pie derecho:
Once canciones de ritmos lentos y moderados; bailables también, como las haría The Horrors… solo que sin las guitarras, la producción esmerada, y los elementos de música electrónica.
Temas marcados por los riffs y líneas monótonas de bajo, que preparan el terreno para el sarcástico James Smith:
Este tipo se acerca al micrófono como un joven Alex Kapranos: echa sus cuentos sin entonar melodías, rozando el spoken word y rapeandito como Dave o The Streets.
Condena el deterioro de la sociedad inglesa, particularmente por el racismo, el capitalismo, la brutalidad policial y las noticias falsas.
Y es divertido, porque su discurso es humorístico. Así que uno no sabe si se trata de una broma malintencionada, o es un amargado empedernido, o peor: un bolchevique en potencia.
La guitarra no embellece este asunto…
Se ancla en la labor rítmica, con puros charrasqueos.
¿Punteos y melodías? ¿Para qué?
La intención no es sonar bonito.
Ya que los problemas que abordan estas letras… tampoco lo son.
Y si bien, mantienen esta misma dinámica durante todo el disco, a veces sueltan algunas sorpresas:
Bongos, saxofones, lúgubres acordes de piano, tecladitos infantiles, percusión industrial y cantos femeninos.
De todas formas, lo más destacable de The Overload es su equilibrio y consistencia:
Se disfruta de inicio a fin y carece de canciones que den asco.
(Aprende de ellos, Twigs).
¿Qué podría criticarles?
Bueno… aún se nota que siguen las instrucciones del post punk al pie de la letra.
Pero, ¿cómo culparlos? Apenas están arrancando.
Resumiendo: The Overload es una de las revelaciones más interesantes de 2022. Te pondrá a bailar, reír… y dura menos de cuarenta minutos. ¿Qué más puedes pedir?
FKA TWIGS — Caprisongs
Caprisongs es el tercer disco primer mixtape de la cantante inglesa de pop, FKA Twigs.
Que alguien me diga…
Como se olvida. 🎵
¿A qué se debe el hype de esta capricorniana?
Desde que debutó con su LP1 en 2014, solo he leído zalamerías…
Pero, a mí no me gustó ese disco y me salté Magdalene sin remordimientos.
Sin embargo… escuché este Caprisongs varias veces.
¿Y sabes qué pasó?
NADA.
Quiero mi dinero de vuelta.
Se dice que Tahliah Debrett Barnett está revolucionando la música…
Pero… este trabajito solo pretende revolucionar su cuenta bancaria.
Caprisongs está -descaradamente- ideado para “pegar” en el mercado juvenil estadounidense.
Con temas generalmente lentos, de ritmos de rap y trap:
Bajos fortísimos que descomponen las cornetas; percusión digital que se atropella constantemente; platillos acosadores y espeluznantes efectos de sonido.
¿Sabes como suena esto?
¡Como una avalancha sonora!
(En el buen sentido).
Sí, son recursos complacientes… pero funcionan aquí.
Twigs sabe lo que hace: tiene nociones claras del pop y se nota que está correctamente asesorada.
Además, introduce ciertos elementos de fondo, que son “como las paredes” de estas composiciones:
Fúnebres armonías de piano, cantos operísticos, liras, teclados y trompetas de reggae, acordes muteados de guitarra eléctrica y flautas orientales.
Aunque… todos estaremos de acuerdo en que el mejor ingrediente fue su canturreo angelical en Meta Angel, como lo haría Julia Holter y Julianna Barwick.
Y concuerdo con los entusiastas de Tahliah como vocalista.
Después de todo: lo hace arrechísimo.
Canta libremente; se le nota auténtica, espontánea y apasionada.
A veces, se toma su tiempo y entra en los compases con retraso; y luego, de repente, vocaliza rapidísimo, como si tuviese un violento desvarío.
Susurra. Maúlla. Teatraliza sus letras. Y jorunga el auto-tune y demás filtros.
Aunque, en líneas generales, desempeña un performance de R&B, con entonaciones agudas, muy femeninas, y de intensidad suavecita.
(Recuerda a Ariana Grande).
Quizás te confundí…
Pensaste que despotricaría incesantemente.
Y aquí me tienes: echándole flores a FKA Twigs.
Pero, te estás apresurando…
Esta reseña aún no termina.
Lo malo de Caprisongs
Mira… a pesar de que Caprisongs pueda ser tan épico como un álbum de Kanye West (la influencia es obvia), también resulta terriblemente desequilibrado.
Separé sus canciones en tres categorías:
- Las que -casi- son obras maestras: Oh My Love, Meta Angel y tal vez Lightbeamers.
- Las buenitas, pero sin exagerar: Ride the Dragon, Tears in the Club y Thank You Song.
- Y las que justifican que esto sea un mixtape y no un disco oficial: Which Way, Careless, etc…
Por otro lado, ¿para qué tantos colaboradores?
No aportan nada.
De hecho… muchas veces, ni se sienten.
(Excepto The Weeknd).
Y hay demasiadas grabaciones de conversaciones. ¡Qué mala maña agarran algunos artistas!
De veras, Twigs: no tienes que leerme el horóscopo.
Eso se lo dejo a Adriana Azzi.
Resumiendo: Caprisongs tiene canciones excelentes, buenas… y otras para quedarse dormido. FKA Twigs presume un potencial para hacer época, pero nos debe entregas más consistentes. Y no le caería mal disminuir las payasadas.
MILES KANE — Change The Show
Change The Show es el cuarto álbum del cantante inglés de rock, Miles Kane.
AKA: el morocho de Alex Turner.
O la cruz de la moneda The Last Shadow Puppets.
… ese sujeto.
Él nos demostró en el pasado que prefiere la música de antes que la de ahora.
Por ejemplo: Coup de Grace (2018) se metió de lleno en el britpop de los noventa y pudo pasar como la obra más ácida y estridente que Oasis nunca publicó.
(De veras de veritas).
Y creo que la pandemia lo puso todavía más anticuado…
Porque Change The Show retrocede otros treinta años más.
(Así de golpe).
Este álbum vive del rock de la década de los sesenta.
Temas alegres y directos que relevan el protagonismo de la guitarra eléctrica por armonías dulces de piano y un arsenal de instrumentos vintage.
Never Get Tired of Dancing lo resume todo:
Sería la típica canción de fondo en una cafetería gringa: con el piso de cerámicas de dos colores; malteadas de fresa con una cereza en el tope; y jóvenes clientes con las hormonas alborotadas, con ganas de danzar Rock Around The Clock de Bill Haley and His Comets.
Bastante gráfico, ¿no?
Así es Miles Kane.
Siempre con ese afán por introducir lo cinematográfico en sus composiciones.
(¡Y cómo lo consigue!).
La otra faceta de Change The Show está fuertemente influida por el jazz de Miles Davis.
Con sus vientos metales (saxofones, trombones) y sus coristas femeninas afrodescendientes.
Parte de estas piezas parecen sacadas de algún filme de suspenso policial…
Probablemente con Humphrey Bogart, interpretando a un detective de moral dudosa.
¡Es que el mismísimo Kane se presta para estos juegos!
Con su ropa elegante, sus tragos en las rocas, su duro semblante…
Yo no me divertía tanto con una puesta en escena así, desde los Viagra Boys y Amy Winehouse.
Miles Kane como cantante
Reflexionando acerca de su desempeño frente al micrófono, llego a la misma conclusión de tiempos remotos:
Respeto a Miles Kane. Tiene personalidad. Nadie podrá arrebatarle eso.
Su pronunciación es vulgar; su canto suena engripado; y grita frases ásperas de vez en cuando.
No obstante, también puede enternecer en sus baladas, cuando entona suavecito y les murmura a sus oyentes.
El británico está elaborando su legado.
Y tú estás presenciando historia.
¿Entonces, no hay guitarras?
No exageremos.
Es cierto que ya no marcan la dirección, pero…
Hacen su aparición en los momentos más oportunos:
Rasgueos distorsionados, punteos irresistibles del tipo AM (2013).
(Menos es más, querido lector).
Lo malo de Change The Show
Lo único que reprocho de este disco es que Miles Kane se interesó más por reproducir el sonido característico de una época, que de hacer temas más integrales.
Esto se denota -particularmente- en los estribillos: ¿no quedaron muy discretos?
No me extrañaría que al cabo de un tiempo se me olviden.
Y te confieso, que después de varias oídas, este material… cansa.
Pero, shhh. 🤫
Resumiendo: Change The Show es un álbum entretenido, enérgico y alegre. También me imagino que será un motivo de envidia para artistas como Foxygen y Drake Bell, ya que reaviva el rock de los sesenta con un encanto sin igual.
THE WEEKND — Dawn FM
Dawn FM es el quinto álbum del cantante de pop canadiense, The Weeknd.
Primero que todo: no te dejes engatusar.
Ese “concepto” de estación de radio, con publicidad, jingles, Jim Carrey como locutor…
Es puro mercadeo.
Adornitos simpáticos para decorar una obra decente pero inacabada.
Porque, objetivamente, este es solo un disco comercial que explora el synthpop de los ochenta.
Con una correcta instrumentación que explota el frenesí de los platillos; los bajos fuertes y los arpegios mágicos de teclado, propios de un Giorgio Moroder.
(Nada nuevo… aunque suene bien).
La producción sí es un poquito más ambiciosa:
Porque aborda este sonido retro con un procedimiento moderno.
Así que escuchar Dawn FM resulta… peculiar.
Se siente como estar en el pasado y en el futuro simultáneamente.
(Eso sí destaca).
Aunque, lo más sorprendente lo guarda la estrellita del show:
The Weeknd desatiende las costumbres de este género musical y canta según el R&B y el pop afroamericano.
Quiere ser Michael Jackson y suena como una versión masculina de la Janelle Monáe de Dirty Computer y The Electric Lady.
Es sumamente encantador en los versos:
Con sus melodías deliciosas, entonaciones irónicas, pausas y frases entrecortadas y ágiles.
(Por eso lo contratan como animador en la Super Bowl).
(¿No lo harías tú?).
Sin embargo, los estribillos no comparten esa genialidad.
Quedaron sosos… y eso pesa demasiado aquí.
(A excepción de How Do I Make You Love Me?).
Hablaré de esto después.
Antes, tengo buenas noticias para los fanáticos de la era Trilogy.
The Weeknd retoma sus raíces en la mitad de este lanzamiento:
Temas lentos, bases rítmicas de rap, canto trapero y esas vocecillas computarizadas tan agudas.
Es casi como redescubrir House of Balloons.
(Consuelo es consuelo).
Ajá.
Ahora sí:
¿Cuál es el problema con Dawn FM?
Uno muy común:
Después de Sacrifice o Out of Time, el álbum aminora progresivamente la calidad de sus canciones.
Es como si Abel se quedara sin gasolina poco después de arrancar. 🥁
Ahí mismito se echan de menos los ganchos, las oraciones contundentes, los himnos, las melodías pegajosas… el pop.
Y pasa de ser un disco de buenas piezas… a uno de buenos instantes.
No lo niegues.
¿Quién se puede entusiasmar con I Heard You’re Married?
Es una pena, porque me terminé encariñando con Dawn FM.
La secuencia de tracks es perfecta y la duración individual también.
Así que… a pesar de todo… te recomiendo sintonizar esta estación.
Conclusión: Las Mejores Canciones de 2022
Gracias por visitarme.
Mientras continúo actualizando este artículo, agregaré mis temas favoritos de 2022.
¿Qué te parece?
Será como una playlist de regalo para ti:
- Tears Are Falling de Miles Kane.
- Meta Angel de FKA Twigs.
- Oh My Love de FKA Twigs.
Recuerda revisar esta entrada con frecuencia, y compártela con tus amigos y seres queridos.
¡Qué estés bien!
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