¿Quieres escuchar discos nuevos de Post Punk?
Estás en el sitio correcto.
Sabemos que este género…
- Surgió a finales de los setenta, con el ocaso del movimiento punk.
- Recobró su bonanza en los 2000, gracias a bandas como Interpol y Editors.
- Influyó en bandas actuales, como IDLES y Savages.
Pero, ¿qué hay del 2021?
Eso lo sabrás si lees este artículo. 😎
Te presentaré dos álbumes de Post Punk publicados en 2021.
¿Qué te parece?
Así les darás un descanso a tus vinilos de Joy Division.
1. Shame – Drunk Tank Pink
Drunk Tank Pink es el álbum perfecto para sacudirte el estrés de la pandemia.
¿Se rompió tu saco de boxeo?
No hay problema.
El segundo round de Shame es más irascible de lo que esperabas.
Comienza como un «tributo» a los Ramones:
Ritmos apresurados de batería y almibaradas melodías de guitarra, que denotan un placer culposo por el pop.
Entretanto, el líder de estos guerreros ingleses, Charlie Steen:
- Protesta con gritos desafinados y pronunciación burda.
- Satura el micrófono.
- Y entona rimas al estilo de trote militar.
También, trae a la memoria la exitosa canción Take Me Out de Franz Ferdinand, con su debate entre despertarse y seguir durmiendo en March Day.
En estos primeros temas, Shame reconoce su gusto por el Britpop.
Nigel Hitter y Water in the Well son herederos de Blur y parientes lejanos de Kasabian, con sus redobles de marcha y guitarrazos de carretera.
Y ya te imaginarás la producción…
Es deliberadamente sucia, y quedó menos prolija que la de Songs of Praise.
(Esto es congruente con el espíritu del álbum).
El lado oscuro de Shame
Hasta ahora, todo bien.
Te estás divirtiendo.
Aunque, notas que la energía se comienza a tornar hostil.
Los riffs de guitarra se perciben siniestros y el baterista golpea su instrumento con más fuerza de lo normal.
¿Qué está pasando?
Harsh Degrees, 6/1 y Great Dog son demasiado…
El grupo es poseído por sus propias canciones y se pierde en un frenesí.
Drunk Tank Pink se vuelve el soundtrack del odio.
(Y le hace honores a su portada).
El estudio de grabación quedó hecho pedazos.
Pero, este disco aún no termina.
En Born in Luton y Snow Day, Shame se refugia en su pesimismo: reducen los tiempos, pero agudizan sus guitarras y pisan el bombo aún más duro.
Te lo juro, no escuchaba tanto dramatismo desde el período álgido de Underoath.
Aunque, para bien y para mal, todo lo que sube tiene que bajar.
El desenlace de Drunk Tank Pink
Finalmente, el sexteto se calma.
Despierta de su delirio y empieza a reflexionar con la cabeza fría.
En Human, for a Minute y Station Wagon…
- Charlie le murmura al micrófono.
- Los guitarristas rasguean sus cuerdas con ternura.
- Y suenan melancólicas notas de piano.
La marea bajó.
Drunk Tank Pink es una montaña rusa de emociones.
2. Viagra Boys – Welfare Jazz
Sé que te prometí un álbum -estrictamente- de Post Punk.
Sin embargo, Welfare Jazz no es el caso.
¡No me culpes!
Los Viagra Boys son de esos músicos que desprecian las nomenclaturas de la industria.
Y para esta entrega… ¡Hacen lo que les da la gana!
Arrancan con un Hard Rock que echa de menos a The White Stripes:
El bajo dirige con pedantería a los demás integrantes en Ain’t Nice y 6 Shooter.
¿Tienes ganas de bailar?
Creatures y Girls & Boys son temas de disco industrial para danzar bajo una bola de espejos.
- Parten de bajos sintetizados.
- Y agudísimas armonías de teclado, que te hacen sentir dentro de una película de clase B.
Podemos ir todavía más atrás…
I Feel Alive se remonta al nacimiento del rock, en los cincuenta:
Es una pieza lenta, con bases rítmicas monótonas y acordes pesados de un piano que parece no haber sido usado en años.
¿Qué pensaría Fats Domino de esto? 🤔
¿O sea que Welfare Jazz no es más que una rocola?
¡Al contrario!
A estos suecos les encanta experimentar con géneros más recientes.
Into the Sun es el clásico Folk Psicodélico de Animal Collective:
- Percusión programada.
- Cuerdas de bajo que resuenan fuertemente.
- Y moribundas melodías de guitarra, que se extinguen segundo a segundo.
In Spite of Ourselves resulta aún más interesante:
Combina el Post Rock más sombrío que te puedas imaginar con… rap.
Ya que invita a la australiana, Amy Taylor, quien canta idéntico a Santigold y a la M.I.A. de Paper Planes.
La filosofía de un rebelde
A lo largo de estas canciones, el tatuadísimo frontman, Sebastián Murphy, critica los convencionalismos sociales con vehemencia.
¿Matrimonio? ¿Envejecer en los suburbios?
Todo es un chiste de mal gusto.
Pero, si escuchas este álbum varias veces, notarás como este «rebelde» desea aquello que tanto cuestiona, con la ingenuidad de un infante.
Welfare Jazz es un paseo por el Viejo Oeste
Lo que más me gusta de Welfare Jazz, es que tiene un cierto aire cinematográfico.
Algunos de sus temas te transportan a esas películas de vaqueros que pasan por TCM durante la madrugada.
¿No me crees? Compruébalo tú mismo:
- Toad abre con un parlamento caballeresco, al estilo de John Wayne.
- I Feel Alive es la típica música de fondo en una cantina, mientras los borrachos se pelean con botellas rotas.
- Into the Sun sonoriza la derrota del villano, que termina devorado por los coyotes en el desierto.
- Y To the Country supone la victoria de nuestro héroe: una vida tranquila en el campo.
¿Quieres más?
Esto apenas comienza.
Actualizaré este artículo con los próximos álbumes de Post Punk que vayan saliendo en 2021.
Guarda esta entrada en tus marcadores y visítala con frecuencia.
¿Te gustaría conocer la historia de este género musical? Efe Eme publicó un resumen interesante.
Responde en los comentarios: ¿de cuál banda de Post Punk te gustaría que escribiese un artículo dedicado? ⭐️
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