
Valor Sentimental es una película noruega de drama dirigida por Joachim Trier y estelarizada por Stellan Skarsgård, Renate Reinsve, Inga Ibsdotter Lilleaas y Elle Fanning.
Va de un viejo cineasta que, después de quince años inactivo, dirigirá su obra maestra.
¿Sabes una cosa? Yo tenía grandes expectativas con este filme.
Y no sé por qué…
La cinta anterior de este autor, La Peor Persona del Mundo, me pareció nulísima y peligrosamente sobrevalorada.
Y aun así, volví a caer en la trampa: me dejé engatusar por los premios y por la reputación de la producción que nos compete.
Pero, vamos por partes…
La dirección de Joachim Trier
En un principio, disfruté de Valor Sentimental:
Admiré la intención del realizador de emular la naturalidad de la vida real para esta película, comenzando por los ruidos de fondo:
- Los crujidos de la madera.
- El trino de los pájaros.
- El choque de los vasos de vidrio, en el bar.
- El barullo de los comensales.
- La brisa en la orilla de la playa.
Me encantaron estos elementos sonoros, porque pretenden disipar la barrera que separa al espectador del séptimo arte. Además, para consolidar esta sensación, Trier aprovecha la luz solar (con su tímida entrada al hogar): juega con las sombras y con una fotografía pálida, para simbolizar las emociones reprimidas, en los semblantes de los personajes.
A su vez, emplea cámara en mano y lentos acercamientos de lente, para comunicar aquello que no está impreso en el guion.
Los significados de Valor Sentimental
Valor Sentimental está muy bien en cuanto a lo técnico y lo estético. Pero, ¿qué nos quiere contar? ¿Cuál es el mensaje que pretende transmitir?
¿Que Joachim Trier sería un excelente consejero familiar?
😑
Lo dudo.
En este filme, el cineasta reflexiona sobre los vínculos de sangre y su influencia en el devenir de un individuo:
- Ausencias.
- Desplantes.
- Indiferencia.
- Abandono.
- Apego.
- Ideales.
- Decisiones.
Todo pasa factura y todo queda sellado en el corazón.
Valor Sentimental plantea sus pesares con claridad, y reluce los ceños fruncidos de Renate Reinsve, para insinuar las consecuencias de estos desaires afectivos.
Y eso está bien… sólo que el problema reside en cómo narra tales pesares.

Mi experiencia con Valor Sentimental
Cuando pienso en Valor Sentimental, sólo me saltan dos adjetivos: intrascendente e irrelevante.
Le celebro a Trier que exponga el meollo sin florituras ni “abstraccionismo nórdico”. Pero esta cinta es gélida, no conecto con ella. De fe: me da igual el pánico escénico de Nora o la crianza del pequeño Erik o si Rachel Kemp pratagoniza -o no- la nueva producción de este anciano tan desconsiderado.
ME-DA-IGUAL-TODO.
Lo único que me contentó de Valor Sentimental fue que -al final- contrataran a Peter como director de fotografía, a pesar de su decrepitud.
Y lo peor es que, como la trama se reparte entre el padre y sus hijas, pasa tanto tiempo desde que me topé con Nora, que casi ni me acuerdo de ella.
Repito: el drama de Valor Sentimental es -relativamente- simple de comprender y de empatizar, pero su manera de contarlo no tiene nada de especial.

Mi opinión de Valor Sentimental
Valor Sentimental es una película floja y descaradamente sobrevalorada (ganaste otra vez, Joachim Trier). Destaco su dirección de sonido, montaje, fotografía e iluminación. También me gustó el final y el trabajo de Renate Reinsve. Pero, como experiencia de dos horas frente a la pantalla… es demasiado desabrida.
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